La fiesta empezaba a las 10, claro que ella llega elegantemente tarde, le gusta impactar.
Estaba conversando en el bar con mi martini en la mano, cuando escucho unos tacones a lo largo del pasillo. Me voltie para ver quien era (era evitende que ella venía).
Y era ella, venía con sus tacones aguja negros, su minivestido blanco (que apenas le cubria su trasero), ese abrigo de piel (el que le regalo el tipo con el que estuvo hace un mes), esa larga boquilla que llegaba a un cigarro, el que tocaba esos damascos labios, en su cara de facciones perfectas a la vista de cualquiera, ese cabello corto y despeinado.
Como de costumbre, todos los que se encontraban en la fiesta se dieron vuelta a mirarla, siempre es el centro de las miradas. Todo ese glamour en su caminar, su mirada y su forma de hablar dejan boquiabiertos a cualquier hombre.
Desde hacia meses cortejeaba a esta damisela, pero sin respuesta, este día se acerco al bar y me dijo: "Bobby, que gusto encontrarte aqui" eso inicio una serie de conversaciones de la vida.
Todos los hombres del bar me miraban con envidia, pero sé que solo sere una aventura más en su lista. Mas, ella me fascina.
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